"Segregación, Integración e Inclusión"



En este artículo Carmen García refleja el análisis y la reflexión de estos tres términos, dentro de la educación especial. Y a partir de dicho análisis proyecta una visión crítica del papel de la educación especial y su evolución, analizando el significado de segregación, integración e inclusión.


1. SEGREGACION:

Este concepto alberga el modelo educativo considerado de utilidad para aquellas personas “etiquetadas” con una determinada discapacidad que les hace alejarse de la regla.

Distingue entre “anormales educables” y “anormales no educables”, estos últimos se ven aproximados a un sistema solamente asistencial.

Establece una educación distinta para personas diferentes, al margen de la escuela ordinaria. Entiende la educación especial, como una necesidad y, una terapia para los niños discapacitados, por ello el nombre de pedagogía terapéutica.

Desde el punto de vista histórico, el objetivo de la segregación, más que intentar proteger a las personas discapacitadas, estaba pensada para proteger a la comunidad, ya que a estas personas se les consideraba como “peligros reales”.

Sin embargo, hoy en día aún sigue la idea de que “es de utilidad que determinados niños sean educados a parte, no sólo para ellos sino para los niños y maestros de las clases normales”. Por lo tanto, la segregación es la conclusión de un proceso de exclusión social.

2. INTEGRACION

La integración es un término que se opone a la segregación, legitimándose como una necesidad de integrar a las personas previamente segregadas del sistema educativo. Sin embargo es un paso importante en la educación especial, ya que también se trata de integrar a aquellas personas que tienen dificultades de adaptación, es decir, aquellos que se incluyen en las cifras de fracaso escolar.

La integración promueve la educación de alumnos con discapacidad a un ambiente lo menos restrictivo posible, en el que puedan disfrutar de la oportunidad de recibir programas de adaptación individualizada (PDIs), adecuados a sus características y necesidades.

Desde el punto de vista de la historia de la educación especial, el informe Warnock, fue una aportación de gran relevancia en el espacio de la educación especial, pues  recoge  el paso  del modelo tradicional, basado en el diagnóstico-tratamiento a otro modelo basado en la idea necesidad-servicio.

En este momento es cuando aparece por primera vez el término Necesidad Educativa Especial, que se entiende como la necesidad permanente o temporal que cualquier alumno puede tener para adaptarse al currículum ordinario.

Por otro lado, el concepto de integración también está relacionado con el principio de normalización, ya que este concepto se muestra como “un principio de acción tendente a que se les dé a los deficientes la posibilidad de hacer cosas normales y tener acceso a lugares comunes”

En cambio, la integración, en el momento de la práctica no ha sustituido del todo a la segregación, porque no se ajusta a anular los mecanismos de exclusión que existen dentro de un sistema educativo incapaz de adaptarse a los nuevos retos.

3. INCLUSION:

Uno de los objetivos de este término es pretender superar las limitaciones del término anterior, integración. La principal diferencia se fundamenta en que reconoce el derecho a la diferencia y a ser tratado de acuerdo a ella, no se basa tanto en que las personas cambien y sean “menos diferentes” como en que la sociedad acepte estos aspectos que los hacen “diferentes”.

La educación pública solo será legitimada si sus prácticas son coherentes con los ideales democráticos.

La inclusión debe implicar el reestructurar una escuela que, en muchas ocasiones, responde a un modelo de organización que se adapta muy poco a los cambios. Si a esto le añadimos la falta de medios y el desconocimiento, y falta de concienciación de muchos profesionales de la enseñanza, a pesar de las reformas llevadas a cabo, como consecuencia lo que queda es que la práctica sigue siendo la misma.

A partir de estos aspectos, se nos plantean varias cuestiones importantes, que deben hacernos reflexionar sobre el sistema educativo que tenemos y sobre la educación que creemos que deben recibir los niños que poseen necesidades educativas especiales, ya tengan alguna discapacidad o no la tengan.

Está claro que vivimos en una sociedad muy complicada, pues los principios democráticos en los que se asienta defienden el derecho a que cada persona sea respetada en su individualidad y reciba un trato de acuerdo con la misma. En el momento que esa “individualidad” da respuesta a diferentes parámetros de “normalidad” no hay inconvenientes, pues contamos con un sistema educativo preparado para atender a aquellos alumnos con unas necesidades educativas especiales “comunes” a la media. Sin embargo, hay que preguntarse qué pasa en el momento que un niño no aprende siguiendo el currículum ordinario.

En este caso, a dichas necesidades solo se puede dar respuesta si afrontamos el proceso enseñanza-aprendizaje desde el principio de “individualización”. Al partir del currículum ordinario hay que saber adaptarse a las necesidades que plantea cada niño, pero esto precisa que en los centros educativos se den, al menos dos requisitos indispensables:

Por un lado, un marco organizativo abierto, que se pueda adaptar a las necesidades específicas y concretas del contexto donde han de desarrollarse las prácticas educativas.

Y por otro lado, equipos de profesionales que estén motivados, y sean conscientes de la responsabilidad que tienen, y con una formación que les permita evaluar de un modo adecuado las necesidades de cada niño para poder elaborar las estrategias de intervención convenientes. 

Hasta que estas condiciones no se generalicen, el sistema educativo actual no podrá dar respuesta a las necesidades educativas que nuestros alumnos y la sociedad está demandando.

Sin embargo, no debemos rendirnos, porque  los cambios necesarios no se dan de un día para otro. No dudo de que existan centros educativos que responden a estos principios perfectamente. Pero no deben ser solo unos pocos los que den respuesta a estas necesidades, sino que deberían ser todos.

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