Ser Maestr@


Creo que todo MAESTR@ debe poseer una serie de ACTITUDES para desarrollar su trabajo, entre otras, las siguientes:

  • Vocación ante su trabajo. 
  • Ser sociable.
  • Dedicación
  • Trabajar siempre con ilusión.
  • Debe tener una estabilidad emocional que le ayude a ser paciente y entregado en su trabajo.
  • Debe ser tolerante.
  • Honesto.
  • Ser buen comunicador.
  • No debe ser discriminatorio, ni dedicarse solamente a unos pocos.
  • No debe cometer negligencias ni ningún otro tipo de falta que ponga en peligro la seguridad física de los niños y de sus compañeros.
  • Debe ser buen observador de conductas y demás actitudes en un niño y sus padres para saber cómo responder en ocasiones y saber interpretar el comportamiento de un niño.
  • Debe ser justo con las decisiones que lleva acabo o mantiene.
  • Debe conocer los instrumentos de trabajo que tiene a su alcance y saber explotarlos, también para planificarlos y evaluarlos.
  • Debe tomar decisiones en el ámbito que le corresponde.
  • Debe coordinarse con los compañeros de la escuela, sea personal docente o no.
  • Su personalidad debe estar de acuerdo con las necesidades de los niños.
  • Debe ser modelo de conducta, por lo tanto debe medir, reforzar o controlar sus actuaciones.
  • Debe ofrecer a los niños una relación de confianza en él y sobre él.
  • Debe organizar el ambiente donde va a realizar su trabajo.
  • Debe establecer las rutinas diarias, así como las actividades y demás cosas a realizar en su trabajo.
  • Debe atender a las necesidades básicas de los niños, prestándoles siempre y en todo momento la atención que como niños y personas se merecen.
  • Debe promover la autonomía y la confianza en los niños.
  • Compromiso.
  • Debe facilitar, ayudar y orientar al niño, en su crecimiento y en los momentos que compartan.
  • Debe mantener una relación fluida con los padres y conocer la situación del niño en la familia.
  • Debe mantener la discreción necesaria para que los padres no se sientan agredidos en su intimidad.
  • Debe contar con un grupo de trabajo que le apoye y le ayude en todo lo que pueda para que así pueda mejorar como profesional.
  • Debe implicarse en su grupo de trabajo así deberá saber escuchar, participar de las relaciones y esforzarse por mejorarlas y crear un buen ambiente de trabajo.
  • Debe conocer las responsabilidades que adquiere y le pueden ser exigidas jurídicamente.
  • Debe ser especialmente diligente en la vigilancia y el cuidado de los niños.
  • Debe ser capaz de afrontar y resolver los posibles “problemas”; que aparezcan en el grupo de aula.


Y creo que todo MAESTR@ debe poseer todas estas ACTITUDES, PORQUE... 


Ser maestro es dedicación, una profesión y ante todo una vocación. Es dedicación, porque cada grupo, cada niño, necesita una atención personal, que exige sensibilidad, flexibilidad, y originalidad. 

Es una profesión porque se debe saber, quienes son los niños y cómo se desarrollan, y además debe saber y conocer muchas estrategias y metodologías y tener clara su visión del mundo y su rol como maestro. 

Pero más allá de todo esto, debe tener la vocación necesaria para visualizar que su trabajo es contribuir a la formación de una personita que debe enfrentar sus propios retos y aprendizajes; que llega a la escuela con su alma; corazón, mente, y espíritu dispuesto a hacer lo mejor. 

De cada maestro depende dentro del ámbito escolar cuánto avanza el alumno, y cuándo aprende cada niño en todos los aspectos de su desarrollo: físico, intelectual, y socio- emocional. 

Es quien construye, moldea, cimienta y siembra además de conducir los conocimientos fundamentales para el futuro de los niños. 

Ser maestro es pulir, y diseñar con paciencia y tolerancia las habilidades de cada alumno. 

Todo maestro debe de tener claro cuál es su situación laboral. Conocer bien cuáles son las responsabilidades y funciones a desarrollar y que se le piden para su trabajo. Debe tener en cuenta una serie de rasgos personales y profesionales que le hagan llevar a cabo su trabajo lo mejor posible. 

Así pues, todo maestro deberá tener en cuenta que poseer unos rasgos personales y profesionales coherentes a nuestro trabajo es muy importante, ya que no vamos a trabajar con manufacturas, sino con niños, y por lo tanto hay que tomar conciencia de ello. 

Un maestro es alguien que no solo da su curso, sino que se preocupa por sus alumnos, y se compromete con ellos. 

Como profesionales deberemos respetar a nuestros compañeros, tanto personal docente como el no docente y entender sus funciones, respetándolas y favoreciéndolas o no complicándolas. 

No debemos abandonar en ningún momento nuestra “lucha” por desarrollar lo mejor posible nuestro trabajo. Una mentalidad correcta nos ayudará a ir adaptándonos a los nuevos tiempos y tecnologías aplicables a nuestro quehacer diario. 

Tener muy claro nuestro trabajo, sabiendo en cada momento lo que pretendemos hacer con las actividades, con los juegos, en definitiva, con cada momento de la vida cotidiana es muy importante, sobretodo ya no para nosotros sino para saber qué queremos conseguir transmitir al niño y que “nada se nos quede en el aire”. 

El maestro debe enseñarles el respeto por las cosas simples. Estimular su creatividad con las tareas o juegos que hagan y con otros que ellos mismos puedan crear. 

La labor principal del maestro consiste además de todo lo dicho anteriormente, porque es quien a sus alumnos para que ellos descubran por si mismos aquellos que no está visible, que aprendan a mirar un poco más allá y lo principal: Que obtengan la confianza en sí mismos, imprescindible para lograrlo. 

Es importantísimo que el maestro cuente con las familias y las familias así mismo con el maestro para poder así conseguir un buen ambiente y poder construir entre los dos la educación del alumno. 

Hay que decir también, que debe atender a las necesidades básicas de los niños, prestándoles siempre y en todo momento la atención que como niños y personas se merecen, puesto que uno y cada uno de los niños son diferentes y el maestro debe brindar al alumno siempre su ayuda en lo que necesite. 

Destacar el papel del maestro como mediador, es decir, debe ofrecer ayuda en los posibles conflictos que puedan ocasionarse en el grupo-aula e intentar resolverlos. Finalmente, decir que una de mis reflexiones es que ser maestro es una entrega de amor, paciencia, dedicación, responsabilidad y, por supuesto, y ante todo uno debe sentirse como la palabra misma ‘’MAESTR@’’.


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Evaluación de mis propias COMPETENCIAS


Autoevaluación de mis competencias profesionales


Mis competencias profesionales durante los períodos de prácticas, han sido muy positivas, creo que he aprendido muchísimo en cuanto a cómo debe ser un maestro, como se debe actuar ante numerosas situaciones, en cuanto a resolver posibles conflictos que vayan apareciendo en el aula, etc. las habilidades que tiene que tener para poder realizar así metodologías que sean activas, y otras en las que el alumno sea partícipe de su propio aprendizaje.

Durante mis prácticas pude darme cuenta tanto de las dificultades como de los éxitos. Por ejemplo me costó muchísimo que los alumnos trabajaran en silencio y estuvieran sentados en sus sitios, pero conociéndoles poco a poco lo fui consiguiendo.

Principalmente mis competencias profesionales en este tiempo han sido estar con el tutor del aula y ayudarle en el día a día, participando en las actividades de clase.

He notado diferencia de las prácticas de 2º año a las del 3º, en cuanto a la puesta en práctica de actividades, seguridad, confianza y fuerza en mí misma.

En definitiva, profesionalmente, he sabido utilizar materiales y recursos didácticos, con el tiempo he mejorado a la hora de elaborar actividades y adecuarlas a las necesidades de los alumnos, así mismo, debo decir que para sorpresa mía, cada una de ellas se realizaron con gran efectividad.

También he de mencionar que durante mi estancia en el último centro cuidé el patio, en el cual junto a mis compañeros y otros profesores, nos encargamos de velar por la seguridad de los niños, intenté estar como apoyo y seguridad de los pequeños, pero sin entrar en sus juegos. Es su tiempo libre, el cual vivencian según sus propias decisiones y normas.

A parte de cuidar el patio, también cuidaba comedor. Aquí me encargaba de vigilar que los niños comieran, promoviendo la autonomía pero apoyando y no perdiendo cuenta de cómo iban durante ese tiempo. Se trataba de conseguir que comieran de todo o casi todo en un tiempo específico y con unos modales correctos y adecuados para ese momento.

Como autoevaluación total me he encontrado bastante cómoda en cada ámbito profesional, pues partía de una experiencia y conocimientos previos que me han dado seguridad y firmeza a la hora de desenvolverme y de tomar decisiones.

Además las prácticas te ayudan a darte cuenta de modos de actuar que tenemos asociados a situaciones y que en ocasiones son beneficiosos y en otras no tanto, y hacen buscar nuevas opciones y recursos a determinados “problemas” que puedan surgir.


Autoevaluación de mis competencias personales

En el 3º año, a diferencia del anterior, me encontré más segura ejerciendo las prácticas en el desarrollo del día a día referente al aula, y eso me ha hecho darme cuenta de que, es realmente lo que quiero hacer profesionalmente. Me he dado cuenta de mis habilidades sociales y de lo que debo mejorar, reforzar y desechar.

He podido observar durante los dos años, que el maestro debe poseer grandes dotes de comunicación y socialización, para poder así, saber solventar las diferentes situaciones que puedan darse a diario en el aula, con los niños, con las familias y con los compañeros.

El maestro es alguien que debe ser cercano al alumno, y crear un buen ambiente de clase, y eso es lo que he pretendido hacer desde el primer momento, porque en mi opinión, creo que debe haber una buena conexión entre ambos para que pueda existir un proceso óptimo de enseñanza-aprendizaje.

Considero que la cercanía del maestro con los alumnos es fundamental, y yo misma he podido comprobarlo a través de la cantidad de manifestaciones de cariño que me transmitían los niños, los cuales llegaron incluso a expresarlo, en forma de dibujos y cartas como muestras de agradecimiento.

Debo destacar así mismo, que el maestro debe ser empático y estar ahí para cualquier alumno, no sólo para los que el rendimiento de la clase sea positivo, sino también para todos aquellos alumnos que por lo que sea les cuesta más, a esos niños hay que prestarles especial atención ayudando y ofreciéndoles numerosos recursos para que puedan conseguir así, el mismo ritmo del aula, y en mi caso, he tratado de ayudar cuando me lo pedían, de explicarles todas las dudas, y mostrarles mi apoyo en todo momento.

Por otro lado, creo que me integré bastante bien tanto en las aulas como en los centro en sí. Procuré estar en todo momento integrada dentro del aula, donde gracias al apoyo de mis tutores y de los niños, me sentí parte del centro.

Para finalizar creo que mi participación con los alumnos y los demás profesores, no ha hecho otra cosa más que reforzar la idea de que mi verdadera vocación es ejercer la docencia. La cual he intentado llevar a cabo siendo participativa, receptiva, y trabajando en todo aquello que se me ha dado oportunidad.

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