Modelos de Orientación

Antes de empezar a hablaros a cerca los distintos tipos de modelos de orientación, me gustaría dejaros este cómic cortito que he encontrado sobre los modelos básicos en la orientación Psicopedagógica.

                        



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El Modelo Clínico y la Entrevista



Para empezar he de decir que hasta que no empecé esta asignatura no sabía muy bien lo que era el counseling, había oído este término en alguna ocasión, pero no sabía en qué consistía realmente.



En primer lugar debemos saber que en Orientación el MODELO CLÍNICO, también conocido como counseling o atención individualizada, se concreta en la entrevista como el procedimiento característico para afrontar la intervención directa e individualizada. Se centra, en la relación personal orientador-orientado, tutor-alumno, orientador-padres y tutor-padres. Esta relación de ayuda tiene como objetivo prioritario el satisfacer las necesidades de carácter personal, educativo y socio-profesional del individuo. Además esta relación, si bien es eminentemente terapéutica, puede tener también una dimensión preventiva y de desarrollo personal.

Sin embargo, las tendencias actuales en orientación en nuestro contexto, dan poca importancia al modelo clínico, estas son el modelo de programas y la consulta colaborativa, los cuales gozan de mejor predicamento. En cambio, no debemos olvidar que a veces es inevitable tener que aplicar el modelo clínico en determinadas situaciones como dificultades de aprendizaje, orientación e información profesional específica individualizada, perturbaciones emocionales, etc.

Después de daros unas pinceladas sobre lo que es el modelo clínico, os hablaré de la entrevista en la relación de ayuda.

En la Orientación Psicopedagógica, dentro del marco de Relación de Ayuda, entendemos la ENTREVISTA como un proceso de comunicación que actúa en dos niveles, cognitivo y emocional, y que se realiza en tres dimensiones: entrevista-orientador, entrevistado-orientador y contexto.

Todos, a lo largo de nuestra vida, nos hemos encontrado en alguna situación abrumadora, ante la que nos hemos sentido incapaces de tomar decisiones por nosotros mismos y hemos pedido ayuda a otras personas, con las que establecemos una conversación a fin de aclarar el problema, que nos producía unos sentimientos incómodos. El fin de la entrevista consiste en ayudar a las personas a entender y afrontar mejor sus problemas existenciales y, a mejorar la comunicación y las relaciones, mediante la creación de un clima facilitador que propicie la implicación personal del propio orientado en el proceso.

Los puntos nucleares de este proceso se pueden resumir en los siguientes (Barreto y col., 1997):

a) Un proceso interactivo.
b) Una relación de ayuda.
c) Con el objeto de producir cambios.
d) Potenciando los propios recursos del individuo.
e) Promoviendo el auto-conocimiento a través de experiencias cognitivas y emocionales.
f) Fundamentado en la comunicación.

La entrevista en el counseling, al utilizar el diálogo, la conversación, las preguntas, etc., es una herramienta que provoca cambios, tanto a nivel cognitivo como emocional y, como consecuencia, en el conductual. Esto no supone que existan emociones o sentimientos buenos o malos; todos ellos deben ser aceptados, pero lo que hay que procurar es que sean "adecuados", es decir, que provengan de una valoración real y objetiva de los estímulos ambientales que provocan.




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Muy buenas a todos!! Hoy os voy a hablar sobre cómo se debe realizar una entrevista en Orientación. 

ASPECTOS GENERALES QUE DEBE RECORDAR EL ENTREVISTADOR 

A modo de resumen, Martorell (1997) nos propone una relación de aspectos generales que todo entrevistador debe recordar y tener presente a la hora de realizar una entrevista:

1. Hay que ser puntual.
2. Debe recibir al entrevistado con cordialidad, sin demasiada familiaridad.
3. Debe hacer que se sienta cómodo.
4. Debe eliminar toda posible fuente de distracción.
5. La entrevista no debe dar la impresión de ser un interrogatorio: establezca un buen rapport con el entrevistado.
6. Haga preguntas claras y concretas utilizando el estilo más adecuado al momento.
7. Asegúrese de que el entrevistado tiene acceso a la información que le solicita.
8. No desaliente nunca al entrevistado, nivele las expectativas.
9. Durante la entrevista, realice preguntas de contrastación.
10. ¡Cuidado con el tiempo!, la entrevista debe durar el tiempo necesario, sin prolongarla inútilmente: su duración está íntimamente ligada al objetivo de la misma.

GUÍA PARA EL DESARROLLO DE UNA ENTREVISTA

El hecho de que una entrevista tenga éxito va a depender de que el entrevistador conozca los aspectos de la misma y sepa aplicarlos de forma sistemática. Martorell (1997) nos propone una guía para su desarrollo, con el fin de que se cometan errores y fallos que pueden hacerla fracasar:



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El Modelo de Programas



¿Qué es un programa?

El concepto de programa es una acción continuada, previamente planificada, encaminada a lograr unos objetivos, con la finalidad de safisfacer necesidades, y/o enriquecer, desarrollar o potenciar determinadas competencias.


La conceptualización de los programas de orientación se puede realizar atendiendo a criterios como:


- Desde la perspectiva temporal: un programa es una acción no puntual, desarrollada a lo largo de un espacio de tiempo más o menos prolongado.


- Desde sus elementos constitutivos: un programa es aquella intervención organizada que incluye una detección de necesidades, objetivos, planificación, intervención, evaluación...


- En oposición a otras formas de intervención: un programa de orientación como alternativa a un servicio de orientación.


Uno de los aspectos que no quedan muy claros a veces, son los requisitos mínimos necesarios para que se reúna la condición de programa, pues a veces, lo que para unos es un programa, para otros, es quizás sólo una parte de éste. Por ello en ocasiones nos encontramos con programas con una duración de hasta un curso escolar, y otros como los programas informativos sobre orientación vocacional, cuya duración puede llegar a ser inferior a una hora.


Dependiendo del contenido o tema central del programa, podemos hablar de programas de orientación vocacional, escolar, personal, profesional, ocupacional, métodos de estudio, habilidades sociales, control del estrés, educación para la salud, prevención del consumo de drogas, inserción laboral, etc.


Por otro lado, el proceso de la orientación se puede entender como la realización de programas de intervención educativa y social. En la puesta en práctica de este proceso se siguen una serie de fases que pueden variar en función de los diversos autores.


Características de un programa:


En relación a este binomio, y partiendo de Montané y Martínez, se pueden destacar algunas características que permiten perfilar sus rasgos más importantes:
  • El rol del orientador, éste actúa como un consultor, asesor y formador de formadores.
  • En la planificación se persiguen unos objetivos educativos que se basan en los planteamientos de la institución y de su proyecto curricular.
  • Los recursos son todos los del centro y su entorno inmediato.
  • Los programas son procesos de acción integrados en el currículum ordinario.
  • Favorecen la cooperación, el intercambio y el trabajo en equipo, de los profesores.
  • La evaluación tiene una finalidad formativa, de mejora continua.
  • El papel de los alumnos es activo.
  • El tipo más frecuente de intervención suele ser sobre necesidades inmediatas.
  • La intervención por programas genera procesos de reforma e innovación en la institución.
  • La colaboración se hace posible cuando los procesos son claros y compartidos por la comunidad educativa.
Después de ver un poco la teoría en clase con la profesora, realizamos un trabajo en el cual debíamos buscar dos programas educativos para identificar las distintas fases, y analizarlas. De esta forma pudimos realizar una evaluación de los mismos, viendo los puntos tratados en clase. Esta práctica fue interesante, aunque me hubiera gustado haber tenido un poco más de tiempo en el cuatrimestre para realizar un programa educativo en condiciones, pues habría sido mucho más práctico y significativo para nosotros.

Sin embargo fue interesante poder tener en mis manos distintos tipos de programas, para poder ver las diferencias, las cosas positivas y negativas, y aspectos a mejorar.

Para esta actividad analizamos un programa para niños de la etapa de Educación Primaria, llamado "Aprender a aprender", y otro dirigido al colectivo de la tercera edad, con el título "Informática para la 3ª Edad". Los temas eran muy interesantes y originales, sin embargo ambos programas cojeaban un poco en diferentes fases. Creo que habría sido interesante que después de analizar dichos programas hubiéramos  mejorado nosotros lo que creyéramos oportuno en cada punto.







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El Modelo de Consulta



El modelo de consulta tiene sus orígenes en el modelo clínico, del cual deriva. Morrill, Oetting y Hurst (1974) fueron de los primeros en proponer la consulta y formación como uno de los métodos de intervención en orientación. Desde entonces, el interés por esta estrategia no ha parado de crecer.

La consulta se refiere a una relación entre un profesional de la ayuda y un ente necesitado, ya sea individuo, grupo, unidad social o centro educativo, en la cual el consultante es el que proporciona ayuda directamente al cliente, por tanto el consultor lo hace de forma indirecta. Es por lo tanto una forma de intervención indirecta lo que caracteriza este modelo.

Este modelo tiene dos metas básicas según Coplan (1970):
  1. Aumentar la competencia del consultante en sus relaciones con un cliente.
  2. Desarrollar las habilidades del consultante para que sea capaz de resolver por sí mismo problemas similares en el futuro.
Al igual que en el counseling, no sólo se puede trabajar con una persona sino que también se puede hacer con grupos. La única diferencia entre ambos es que en consulta no se trabaja directamente con el cliente.

Aquí el consultor es un especialista que asesora a un mediador, el cual es el que interviene con el cliente. A esto se le denomina naturaleza triádica de la consulta.

Por último las fases del proceso de consulta se pueden esquematizar de la siguiente manera:
  1. Establecer una relación entre consultor (orientador) y un consultante (por ejemplo el tutor, profesor, familia, institución).
  2. Analizar el conjunto de la situación y clarificar el problema.
  3. Establecer objetivos, manejar pocos porque tienen que ser reales y claros.
  4. Explorar alternativas entre los dos.
  5. Establecer planes de acción, conjuntamente el consultor y consultante, sin embargo un plan en condiciones suele quedarse cojo.
  6. El consultante debe poner en práctica los planes con los destinatarios últimos de la intervención.
  7. Por último se realiza la evaluación de la práctica del plan de acción, la cual debe ser continua.
Para trabajar este modelo, en clase, realizamos un programa de consulta con formato Escuela de Padres.

Desde hace años había oído hablar sobre escuelas de padres en colegios, pero nunca había investigado sobre el tema. Así que en cuanto llegué a casa me puse a buscar información sobre en qué consistía una escuela de padres, en qué principios se basaba, cómo se organizaba, quién la llevaba a cabo, cómo se trabajaba, etc.

Así que una vez recogida toda la información, mi equipo y yo, decidimos hacer algo diferente, una Escuela de Padres, con un toque psicopedagógico y creativo a la par. Lo que queríamos hacer llegar a los padres, era la importancia de una alimentación saludable en la familia, y favorecer por otro lado la relación de todos los miembros a través de la cocina y dinámicas de grupo.




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